Lágrimas del tiempo,
que limpian mis heridas,
y se llevan, una a una,
las imágenes convertidas
en mosaicos.
Echo a volar,
y me alejo
de mis pasados afectos,
y me busco a mí misma;
finjo que me gusto,
que no me duele nada,
que los dos últimos años
no han sido un fracaso,
y camino hacia adelante,
buscando la verdadera felicidad,
en un rostro nuevo,
en su sonrisa
y en su fe en mí...
Y sigo buscando,
en mi interior,
lo poco que queda
de la niña sonriente,
reflejada en sus ojos negros,que me miran
y ven mi verdadero yo.
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